LA HACIENDA NÁPOLES - En los tiempos de Pablo Escobar
Otros artículos: Biografía del Capo, Muerte del Capo
La Hacienda Nápoles es una propiedad rural ubicada en la localidad de colombiana de Puerto Triunfo, Antioquia. Se encuentra en el valle del río Magdalena, y es reconocida como símbolo del éxito del Cartel de Medellín y, específicamente, de su propietario Pablo Escobar, uno de los fundadores de este.
Mientras perteneció a Escobar, la casa principal de la hacienda era conocida como "La Mayoría", y según el hijo del narcotraficante fue improvisada desde un punto de vista arquitectónico.
Tras la desaparición del cartel, la hacienda que tenía una extensión de casi 3.000 hectáreas,3 fue transformada en un Parque temático con diversas especies animales.4 También en ella hay atracciones como una simulación ficcional de un parque jurásico, un coliseo, una portentosa casa, ruinas de una colección de autos y una pista de aviones. No obstante, ni el zoológico ni el parque jurásico han sido hasta ahora las mayores atracciones para los turistas.
Historia de la hacienda Nápoles
Cartel de Medellín
La hacienda Nápoles fue adquirida en 1978 por Pablo Escobar y sus primos Jhonny Bedoya Escobar y Luis Bedoya Escobar. De inmediato se iniciaron una serie de obras que tenían como objetivo embellecer el lugar, donde se construyeron edificios con decenas de habitaciones, carreteras, seis piscinas, 27 lagos artificiales, gasolinera propia, una pista de aterrizaje de aviones, helipuertos, hangares, y una exótica arborización que incluía palmeras gigantes y establos con caballos.
El logotipo de la hacienda fue una avioneta monomotor sobre su portada de acceso, que fue la misma en la que Escobar envió su primer cargamento de cocaína a los Estados Unidos, o al menos una replica de ella, ya que éste afirmó en una entrevista al periodista Germán Castro Caycedo que la original se perdió en el mar con un cargamento de droga.
Para su inauguración Escobar reunió a su familia que incluía tíos y primos; además contrató un equipo de televisión extranjero para realizar un documental al respecto. La reunión se dio en la navidad de 1978.
En la hacienda Nápoles había una plaza de toros, carros de carreras, motos náuticas, motocicletas para paseos turísticos, además de un Chevrolet modelo 1934 al que se le había llenado de balazos para hacerlo parecer al de los legendarios delincuentes Bonnie y Clyde o Al Capone, a quien el narcotraficante admiraba.2 Contaba con un importante zoológico, con rinocerontes, elefantes, camellos, hipopótamos, cebras, jirafas, grullas, impalas, venados, dantas, canguros, flamencos, avestruces, una pareja de loras negras únicas en el mundo, entre otros, eran exhibidos allí, aunque de acuerdo a Roberto Escobar, hermano del capo, no se incluyó ningún animal feroz como depredadores o serpientes.
La hacienda, cuyo terreno fue valuado por Escobar en 4.500 millones de pesos colombianos de 1983,5 además de ser el sitio de reunión de los líderes del cartel de Medellín, Gonzalo Rodríguez Gacha, Carlos Lehder, los Hermanos Ochoa Vásquez, etc., fue sitio de reunión y descanso de miles de visitantes, vinculados o no, a los negocios del cartel.
Más allá de esto la hacienda es por si misma el reflejo del ascenso y caída de Escobar y del cártel de Medellín; desde 1978 estuvo en su apogeo pero en 1984, tras el asesinato del ministro de justicia Rodrigo Lara Bonilla, la familia Escobar se refugió en Panamá, motivo por el que se le descuidó parcialmente.3 El regreso posterior de Escobar marcó un nuevo periodo de auge, que se prolongó aún en la época del Narcoterrorismo, cuando las fuerzas de seguridad del Estado asediaron al Cartel de Medellín. Sus propietarios no pudieron regresar a ella; en 1991 se dio la entrega y en 1992 la fuga de Escobar a la justicia, en este tiempo algunos animales fueron recogidos por zoológicos de todo el país y la propiedad fue varias veces ocupada por la fuerza pública. Tal vez esto la preservó de la acción de Los Pepes, pero no del abandono tras la muerte de Escobar en diciembre de 1993.
Después del cartel[editar]
Sus centenares de empleados se fueron, algunas pertenencias fueron robadas, otras, condenadas al olvido; la hacienda quedó en ruinas tras la entrada de saqueadores buscando guacas y caletas. La selva cubrió parte de la finca, los hipopótamos se volvieron salvajes y continuaron habitando los lagos,1 aunque continuamente se ha hablado del escape de estos paquidermos posiblemente al Río Magdalena. Gracias a la ley de extinción de dominio, la propiedad pasó a ser del Estado colombiano. También ha recibido desplazados de la violencia.
Parque Temático
La población animal que vive en los terrenos de la Hacienda Nápoles ha sido, desde sus inicios, uno de sus mayores fortunas. Cuando pertenecía a Escobar, la hacienda contaba con más de 1500 especies animales. Sin embargo, muchos de estos ejemplares fueron disipándose cuando Escobar comenzó a ser acosado por las autoridades colombianas. De esta manera, varios hipopótamos comenzaron a vivir salvajemente, pasando a formar la mayor población de esta especie fuera de África.6
Trabajos de rehabilitación de la Hacienda Nápoles y lo que ella contiene, han logrado recuperar, a modo de zoológico abierto al público, varios grupos de animales, que viven en sus ecosistemas. Así, hoy en la Hacienda Nápoles se puede encontrar un acuario con ejemplares colombianos, un mariposario, un mundillo de reptiles, una comunidad de hipopótamos, y dos elefantes confiscados a un circo, entre otras variedades de fauna, como diversas familias de pájaros.