URABÁ (Aventura)


Urabá reúne especiales características para practicar el turismo " de aventura": un gran golfo entre selvas cerradas, con montañas de lado y lado; el río Atrato (el mayor caudal del mundo en proporción a su longitud ); indígenas; mar frecuentemente agitado; clima más fresco que en el resto del Caribe; largas playas solitarias; un poblado totalmente negro entre una colonización blanca-mestiza; ruinas arqueológicas perdidas en la selva; contrabando; leyendas a granel. Todo eso, a cuarenta minutos de la civilización por vía aérea. Qué más se puede pedir ?

Antes de viajar conviene prepararse con algún preventivo anti-malaria y llevar repelentes, aunque la zona muestra menos plagas que la generalidad de la Costa.

Aquí abundan los contrastes. El primero es que hay dos territorios en Urabá, con muy pocas cosas en común. El Urabá de importancia económica es el último territorio abierto por la colonización contemporánea ( hace apenas treinta años empezó la siembra de palma africana y banano) y corresponde a la región al sur del Golfo, con todo lo que acompaña a estos procesos: poblados nuevos que crecen veloz y desordenadamente, sin planeación ni identidad; inmigrantes de muchas procedencias; aventureros; choques frecuentes entre jornaleros y terratenientes; presión social y política (incluida presencia guerrillera); gran dinámica de desarrollo, cantinas, población flotante, alta tecnología agroindustrial, etc.

Este cuadro corresponde a un territorio de ocho a diez mil hectáreas planas ganadas a la selva, entre grandes ríos cristalinos, donde se asientan poblaciones como CHIGORODO, APARTADó y CAREPA, tres polos urbanos interesantes en lo que son, separados por extensas plantaciones. La región bananera ( así llamada aunque alterna otros cultivos y ganado) muere al llegar a Turbo, el puerto tradicional de la zona, cuya comunidad originaria es enteramente de color. Apartadó y Turbo cuentan con aeropuertos para operación de aviones grandes y medianos y están unidos por una carretera de buenas especificaciones, con tráfico rápido y frecuentes retenes.

TURBO

Es un viejo poblado semilacustre, de sabor africano, donde hay una Capitanía de Puerto, embarcadero para escoger los rumbos marítimos que se desee visitar en las inmediaciones del Golfo, y un comercio muy activo en mercancías de puerto libre. (Toda la zona está declarada "de libre comercio", pero el estatuto está aun sin reglamentar; se supone que la mercancía que compren los turistas debe pagar impuestos, aunque los controles son algo erráticos.)

Hacia el norte de Turbo y hacia el frente, está el Urabá litoral, el Urabá de borde de mar, casi virgen. Lo primero que sorprende es que en vecindad con las tierras económicamente más nuevas del país, dormite la más antigua y olvidada historia hispánica en el continente americano. Las bocas del Golfo fueron exploradas por Colón ( y ese es el único tramo de costa colombiana que pudo haber visto), en el cuarto viaje. Muy poco después, San Sebastián de Urabá ( probablemente en el emplazamiento del actual Necoclí) y luego Santa María la Antigua del Darién ( en el lado oeste del golfo, perteneciente hoy al Chocó), fueron las dos primeras fundaciones españolas en territorio continental americano, entre l.506 y l.510, dos décadas antes (!) de la fundación de Santa Marta o Cartagena. De Santa María La Antigua, ciudad que alcanzó un notable tamaño e importancia según los cronistas, partió Vasco Núñez de Balboa para explorar - y descubrir- el Océano Pacífico; y a ella regresó para morir ajusticiado por su suegro, Pedrarias Dávila. De ese pequeño núcleo partieron también los conquistadores del Perú. San Sebastián y Santa María fueron abandonadas algunos años después, a raíz del recrudecimiento de los ataques indígenas y de las disensiones internas. De la primera quedan algunos rastros (una expedición del ex-rey Leopoldo de Bélgica parece haber extraído lo que se podía llevar en los años sesentas.)

El caso es que esta zona litoral también presenta dos segmentos muy distintos: el lado Este del golfo tiene menos playas y está muy influido por el Atrato ( su brazo principal desemboca al frente de Turbo y casi a la misma altura, formando un extenso estuario que se adentra en mitad del golfo. ) La poderosa corriente del río lanza hacia la playas de Turbo y cercanías, sedimentos y troncos que dan un color poco atractivo a un largo trayecto de playa del lado antioqueño. Con todo, arriba de Turbo en El Totumo y Necoclí ( a una y dos horas en lancha) hay dos buenos segmentos de playa utilizados principalmente por campistas, y algunas cabañas. Más al norte, casi en Punta Arenas, hay una ciénaga interior (entrar exige la pericia de un buen lanchero) donde se resguarda el mejor manglar de la región, cargado de ostras ( usted puede darse un banquete sin bajar de la embarcación, tomándolas simplemente de las raíces aéreas; si va, lleve un buen cuchillo para abrir las conchas y buena cantidad de limones ).

Otro atractivo turístico en la zona antioqueña es el paseo hasta ARBOLETES, ya fuera del golfo (unas cinco horas y media en lancha desde Turbo, o el mismo recorrido por carreteable), donde existe un curioso volcán de lodo que se eleva a doscientos metros de la playa. Es verdaderamente divertido flotar en las burbujas tibias del caldo de barro que aflora en el centro del cráter, y lavarse luego en el mar. En todo caso, en Arboletes escasea el agua gran parte del año y, como el resto del Urabá antioqueño, pobremente equipado de hoteles ( en Turbo hay uno muy aceptable: el Castilla de Oro, pero está concebido para viajeros de negocios; en Apartadó se construye actualmente otro, con piscina y gimnasio y se proyecta un segundo; el resto son casas de hospedaje, las más de las veces incómodas, pero de muy poco costo.)

Al Este de Turbo, entrando por las bocas del Atrato, está el centro de visitantes del Parque Natural de LOS KATíOS, en Sautatá. El Parque es muy visitado por caminantes europeos que arriban a pie desde Panamá. Cuenta con buenos recorridos de observación de fauna ( puma, danta, manatí, oso andino, monos y más de 400 especies de aves ) y flora (gramalote, arracacho, chachafruto, ceiba bonga, guamos, yarumos y muchísimas especies más). También se pueden visitar unas bellas cascadas. (Hay alojamiento y guianza de Inderena)

Las playas del lado chocoano son más extensas, más claras y mejores que las del costado antioqueño. Los segmentos más conocidos, de sur a norte, son Titumate, Triganá, Acandí, Capurganá y Sapzurro. Algunas presentan dificultades de acceso (y por consiguiente de recreación playera) entre Diciembre y Mayo, de determinada hora en adelante, por fuerte oleaje. Los dos centros que ofrecen actividad son ACANDí ( un lugar bastante primitivo para aprovisionar la actividad ganadera) y CAPURGANá ( más pequeño aún pero con buenos hoteles y un club de buceo), ambos con aeropuerto y vuelos directos de ACES en aviones pequeños. Si se va desde Turbo por mar, hay que calcular unas tres horas de lancha. Con todo, el paisaje mejor, la sensación de estar en una ensenada verdaderamente idílica, se tiene en Sapzurro, el lugar más meridional de la costa oeste del caribe colombiano, a pocos metros de la frontera con Panamá y uno de los, pocos sitios donde siempre podrá comer buen pescado y frutos del mar, que a veces escasean en la región.

La comunicación entre estos lugares de la costa entre si y con Turbo, se hace por un sistema rutinario de lanchas de pasajeros con ruta e itinerarios fijos (un bus acuático, si se quiere, que cobra por persona), cuyo servicio se incrementa durante las temporadas. Dentro de sus limitaciones el transporte resulta bastante confiable, sin perder de vista que la navegación en el golfo es fuerte y difícil. También hay lancheros a contrato que le llevarán a donde usted quiera, pero el costo por hora es significativo. Exija siempre salvavidas y póngaselo. En fin, algunas zonas están intercomunicadas por caminos de a pié y a caballo.

Urabá es aún hoy una zona aislada por carretera con el centro del país (la que existe demora desde Medellín quince horas o más de viaje y no es recomendable). Sorprende mayormente la incomunicación vial puesto que por aquí está el punto de unión entre Centro y Suramérica. Todo el sistema panamericano de carreteras quedó suspendido desde los años cincuentas en esta región (o más exactamente un poco al sur, en el denominado Tapón del Darién), quedando el paso cortado entre Panamá y Colombia, con lo cual un continente se priva de poder circular de norte a sur por carretera. Hoy, superados los argumentos sanitarios, se espera que pronto los gobiernos se pongan de acuerdo para la ejecución de un tramo de apenas unas decenas de kilómetros que separa la red vial de los dos lados. Hasta entonces usted dependerá del avión, con opciones amplias de cupos por vía Apartadó (SAM, ACES); o mediante reservaciones anticipadas - no arriesgue a perder su cupo - por la vía de Capurganá o Acandí (ACES), en ambos casos en conexión con Medellín; en el primer caso, desde el Aeropuerto de Rionegro y en el segundo, desde el Olaya Herrera.


 

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