INFORMACIÓN CIUDADES / Medellín


MEDELLÍN, COLOMBIA
Información general de la ciudad

Situada en el estrecho Valle de Aburrá y rodeada de altas montañas, la ciudad se extiende de sur a norte, con el río como eje central. Medellín misma ocupa apenas una porción del Valle, pero la Zona Metropolitana (de la que hacen parte otros ocho Municipios) forma una unidad urbana de gran magnitud.

Segunda ciudad de Colombia y capital de Antioquia, es la cuna de los "paisas", un conglomerado distinguible por doquier por su espíritu emprendedor, andariego y ahorrativo. El antioqueño es muy apegado a sus tradiciones pero, al igual, innovador y disidente. Se precia de un carácter franco, algo arisco, de talante igualitarista. No padeció, o muy poco, la servidumbre feudal de otras comarcas: en el poblamiento de Antioquia predominaron familias completas, muchas de ellas provenientes de minorías españolas, como los vascos, y una vez aquí se vieron en la necesidad de emplear su propia fuerza laboral para forjarse un porvenir, sin mayor apoyo indígena (dado que las buenas tierras, las encomiendas y los aborígenes que no perecieron en la Conquista, ya estaban repartidos), ni tampoco considerable ayuda de esclavos, porque éstos fueron relativamente escasos y su liberación se produjo aquí medio siglo antes que en el resto del país.

La soledad de los primitivos colonos generó un rápido crecimiento demográfico, formando una comunidad casi blanca y en algunas zonas tempranamente mestiza. La necesidad les obligó a diseminarse por una región montañosa bastante pobre para usos agrícolas, alternando la minería con el comercio por los ríos, y abriendo caminos con grandes recuas de mulas que hicieron toda una leyenda de los "arrieros" antioqueños. Disciplina de trabajo, oro de las minas (que alcanzaron el primer lugar de producción mundial en varios períodos), pragmatismo y un austero modo de vida, favorecieron una fase acumulativa de capital financiero antioqueño durante la sucesión de guerras civiles que asoló el resto de Colombia a lo largo del siglo pasado.

Bajo el régimen federal se creó en Medellín una importante escuela de ingenieros, se difundieron formas modernas de administración y se emprendieron obras de gran aliento regional, como el Ferrocarril de Antioquia. Por el mismo tiempo se acrecentaron las empresas de comercio y el cultivo del café, que impulsaron a los antioqueños a colonizar el centro-occidente del país, dando empuje a provincias que habían permanecido casi vacías hasta entonces, como Caldas, Risaralda, Quindio y parte del Valle y Tolima actuales (los tres primeros fueron territorio antioqueño hasta comienzos de este siglo). La colonización antioqueña es seguramente la epopeya más notable vivida en Colombia desde los tiempos de la Conquista española, y con un ingrediente de codicia parecido, en tanto los colonizadores anduvieron también tras el oro enterrado de los quimbayas.

El comercio de importación puso a Medellín en contacto precoz con los mercados mundiales y creó la primera mentalidad de "apertura". En los años veintes y en adelante se instalaron fábricas para sustituir importaciones. Hoy en día Medellín cuenta con la primera planta textil de Suramérica y la segunda planta industrial de Colombia en sectores distintos (desde automóviles hasta dientes artificiales). Controla todavía el grueso de la producción minera, buena parte de la exportación de café, banano, flores y otros productos primarios. Dispone de excelentes servicios públicos y de la generación de energía más eficiente del país. Y ha logrado una estructura empresarial cuya base accionaria se extiende a millares de pequeños y medianos accionistas. Medellín es, en fin, la despensa de gerentes de Colombia y uno de los centros de medicina avanzada mejor reputados en el Continente, en particular en el ámbito de los transplantes.

Imposible no asociar el nombre de la ciudad con los traficantes de droga que en la última década le dieron a Medellín una imagen lindante con el Chicago de los treintas. Ha sido un proceso de violencia resistido con altos costos por los propios medellinenses. Contra muchos augurios, la ciudad no ha perdido nada de su pujanza: usted observará un dinamismo evidente en los negocios, en los deportes, en la actividad cultural. Nada anormal ocurre en las calles que no ocurra en cualquier parte. La hospitalidad y la calidez familiar de los antioqueños son las mismas de siempre.

Un clima ideal permite actividades interesantes todo el año. La gastronomía es ingrediente supremo de la identidad paisa. El plato típico a base de fríjoles es su marca de fábrica dentro y fuera de su comarca. Los frijoles con garra de cerdo, servidos con carne, arroz, patacones, aguacate, huevo, chorizo, chicharrones y plátano madurito crean esta maravilla de la cocina antioqueña llamada bandeja paisa. Ahh y por la noche pilas con dejar de brindar con un aguardientico antioqueño, la bebida con alcohol típica de las regiones paisas.

Hay gran afición por la música: existen una Orquesta Sinfónica y otra Filarmónica, varios conjuntos de música antigua, estudiantinas, corales, conjuntos de jazz y de rock, muchísima música tradicional colombiana -bambucos, pasillos - así como un amplio repertorio latinoamericano, tangos en primer lugar. (Carlos Gardel, el máximo exponente del tango argentino, murió en Medellín en un accidente en el año 37.) Hay buen teatro, galerías de arte y media docena de Museos.

Pero el mayor atractivo de la ciudad, sin duda, reside en las compras. Esta es la capital continental de la moda y del diseño textil. Las mejores marcas internacionales se producen aquí, a precios muy atractivos: no dude en aprovisionarse de ropa. Los antioqueños han rendido toda la vida culto a "saber vender". Y a fe que saben.

Los caballos de paso fino son otra especialidad antioqueña. Y como en muchos lugares colombianos, hay verdadera pasión por el fútbol y los toros.

Qué visitar ?

Usted puede hacer coincidir su visita con eventos de interés, como la Feria Colombiatex ( Junio) y Colombia Moda ( Septiembre), que reúnen toda la presentación textil y de modas para cada temporada; o la feria de la Antioqueñidad, si es un curioso de lo autóctono (Abril); o, en fin, con otros eventos que tienen lugar, como los dos anteriores, en el PALACIO DE LAS EXPOSICIONES.

También se celebra la Feria de las Flores como la festividad anual de la ciudad a comienzos de Agosto, que incluye un famoso "Desfile de los Silleteros" (cultivadores de flores que exhiben su carga por las calles) el día 7 del mismo mes, coincidiendo con exhibiciones de caballos de paso y otros festejos. Cada mes, en días distintos, suelen celebrarse una tangovía, una fiesta callejera alrededor del tango y música popular, y un mercado de San Alejo, donde se venden cachivaches, artesanías y antiguedades, en el Parque de Bolívar.

Presidiendo ese mismo parque está la Catedral Metropolitana, un imponente edificio en ladrillo cocido, de interés estilístico y monumental, cuya construcción se inició hace cien años. La programación cultural le debe llevar en algún momento al Museo de Antioquia, donde no debe dejar de ver la Sala Botero (el pintor antioqueño contemporáneo de renombre universal) y la pinacoteca; el Museo de Arte Moderno; el Palacio de la Cultura, antigua sede del gobierno Departamental. Si busca música seria o teatro averìgue la programación del moderno Teatro Metropolitano o del Pablo Tobón Uribe. Dos buenas piezas arquitectónicas coloniales: la ermita de la Veracruz, al lado del Museo de Antioquia; y La Candelaria, la antigua catedral, en el Parque de Berrío.

En horas de descanso acuda al Cerro Nutibara, donde puede apreciar una réplica de la arquitectura tradicional antioqueña en un "pueblito paisa" y visitar una colección de escultura moderna latinoamericana; o vaya al Jardín Botánico, una buena muestra de especies nativas y orquídeas; o al Zoológico Santa Fe, si está acompañado de sus niños.

Compras:

Salvo por el hecho de que en Medellín muchas actividades se suspenden a mediodía (es una tradición paisa comer en casa), las compras son algo entretenido en cualquier tiempo y casi en cualquier lugar. Usted puede aspirar a comprar de todo con cierta ventaja respecto a cualquier otra plaza del país, pero hay precios particularmente favorables en ropa de todo tipo, cueros, muebles, zapatos y, en general, menaje doméstico.

Hay una docena de excelentes centros comerciales. Por su ambiente, trato y buenos precios, conviene destacar al menos: en el centro, Villanueva, en el antiguo claustro del Seminario; dos situados en la salida hacia el oriente y hacia el Poblado ( San Diego, el más tradicional, una especie de parque con construcciones bajas y distracciones para los niños, y Almacentro, en una antigua fábrica excelentemente remodelada); otro en la zona residencial de Bolivariana: Unicentro, el más moderno. Pero no todo son Centros Comerciales.

El símbolo de las compras en Medellín son los Almacenes éxito, con varias sucursales, sumamente eficiente en el manejo de calidades y precios en artículos de consumo masivo. Y lo más económico son los "puntos de Venta" de fábrica, en las zonas industriales. Si, con todo, usted desea el comercio tradicional recorriendo las calles, el paseo peatonal de Junín sigue siendo después de cien años un caminadero delicioso para apreciar lindas muchachas y tomar café, pasteles o helados. En fin, si desea muebles y accesorios para la casa, lo mejor será que visite el Centro Internacional del Mueble en la autopista sur, a la altura de Itaguí. Y si se trata de lámparas u objetos de cristal, el lugar es Envigado y sus alrededores.

Alrededores de interés:

Circuito de Oriente;

El turista no podrá sustraerse al paseo de fin de semana que los medellinenses emprenden al "circuito de oriente" ( El Retiro, Rionegro, La Ceja, Carmen de Viboral, Marinilla y la zona de embalses de Guatapé, zona entre fría y templada). Hay buenos hoteles ( "Las Lomas" y Hostería Llanogrande, al pié del aeropuerto; el Recinto Quirama entre Rionegro y La Ceja). Abundan los paradores y restaurantes, más algunas buenas "pensiones" pueblerinas. Toda la zona está marcada por la arquitectura campesina antioqueña, incomparable en su sencillez y por la profusión de flores. 

Merecen un vistazo :

en RIONEGRO (fundada en l.663), la Casa de la Convención, donde se adoptó la Constitución radical de l.863 para fortalecer el federalismo y contener la ambición caudillista del General Mosquera; la Catedral (obra de Domingo de Petrés) y la plaza, con una magnífica escultura de Córdova, hijo de la región y héroe de Ayacucho, quien fuera ascendido a General siendo casi adolescente, asesinado durante el levantamiento que encabezó contra las veleidades monárquicas de Bolívar en l.829. 

en EL RETIRO, la Represa de La Fe y el Parque circundante; Fizebad, antigua hacienda lanera con una réplica de arquitectura tradicional y una casona donde se cultivan innumerables variedades de orquídeas; y el pueblo mismo, una de las mejores muestras de arquitectura antioqueña del siglo pasado.

en EL CARMEN DE VIBORAL, las fábricas de loza y porcelana decoradas a mano.

en GUATAPé, la represa, con sus innumerables ensenadas, abierta a la navegación a vela; el Peñón, una inmensaroca, verdadera curiosidad geológica que preside el paisaje desde un borde del lago; y la Marina, si usted desea practicar algún deporte náutico. En este y en tres subsiguientes embalses de la región - donde se concentra la mayor capacidad de generación hidroeléctrica del país -, es también posible visitar las cavernas de máquinas, previa concertación con las Empresas Públicas de Medellín.

Santa Fe de Antioquia-Olaya-San Jerónimo:

Por la "carretera al mar" rumbo a Urabá: se asciende del Valle de Aburrá hasta el Boquerón y se baja luego hacia las vegas de los ríos Cauca y Tonusco. Un par de horas de viaje - que hay que recorrer con alguna pericia por las curvas cerradas y los precipicios a ambos lados -, conducen a la región de San Jerónimo, de un verde lujurioso, con muy buenos hoteles campestres y rica en frutales.

Un poco más adelante, atravesando el Cauca, se encuentra SANTA FE DE ANTIOQUIA, fundada en l.541 y verdadera joya colonial. Pese al ardiente clima merece hacerse un recorrido a pie por el poblado, cuya gracia principal radica en sus calles empedradas, recodos y plazas. No deje de visitar el Cabildo y la Catedral, la Casa Negra, la Ermita, San Ignacio, el Museo y algunas residencias que suelen franquear el ingreso a los visitantes.

Hay varios buenos hoteles en las afueras (Hostería Real) y en el casco mismo de la población ( Mariscal Robledo, en homenaje al fundador). Por la carretera antigua (sin asfalto) se puede volver de nuevo al río para conocer una de las obras de ingeniería más importantes del siglo pasado: el Puente de Occidente, de bello diseño colgante desde torretas de ladrillo, estructura en madera y tensores de acero tejidos en el lugar hace más de cien años ( no había todavía llegado el tráfico automotor), para el paso de carretas y ganado. Prestó servicio para vehículos pesados hasta hace apenas veinte años, cuando fue declarado Monumento Nacional.

Aeropuerto 

Medellín es la única ciudad colombiana con dos aeropuertos comerciales en servicio: el "Olaya Herrera", un aeropuerto regional en la propia ciudad, con rutas de medio alcance fuera de Antioquia y todas las rutas interiores del Departamento; y el "José María Córdova" , que es el Aeropuerto Internacional, para los destinos troncales y algunos del exterior, situado en el valle de Rionegro, a una hora de Medellín.

Ahh... y no olvide por supuesto darse un paseìto en el Metro de Medellìn el cual es uno de los mayores orgullos de esta pujante ciudad.

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