La distancia total es de 703 Kilómetros. Aunque es una carretera que suele sufrir mucho en los inviernos, es de buenas especificaciones. Pero tiene un tráfico muy intenso, por lo cual se pierde velocidad y hay mayores exigencias de cuidado. Con todo, por el hecho de que los turistas del centro del país están cada vez más constreñidos a disponer de un vehículo durante sus vacaciones en la Costa, se justifica ampliamente llevar de una vez el propio. Eso evita, además, las molestias de conseguir cupo en los vuelos de alta temporada.
La ruta sale por la autopista Norte, que está siendo ampliada. En el tramo inicial se encuentran el Terminal Férreo y la Central de Transportes de Medellín: ahí también encontrará excelente servicio de buses hacia la Costa y a todas partes del país. Al abandonar la ciudad pasará primero por un lado de Bello y luego seguirá por el curso del río hasta Barbosa; en este trecho encontrará docenas de paradores y restaurantes. En Barbosa empieza un ascenso fuerte (la carretera en lozas de concreto presenta muchas roturas) hacia Don Matías (buenas artesanías), que hallará en una hondonada.
Luego recomienza de nuevo el ascenso hasta encontrarse en una hermosa topografía de llanura alta, entre Santa Rosa y Yarumal; en cualquiera de las dos poblaciones, muy típicas de la Antioquia montañera, hay buenos lugares para comer ( particularmente muy buenos quesos). Siendo ambas de larga tradición religiosa, cuentan con bonitas iglesias. De Yarumal hacia adelante se presenta un último ascenso hasta el alto de Ventanas (2.500 metros), que conviene cruzar despacio (suele haber neblina y pequeños derrumbes) y luego se desciende a Valdivia, rumbo al Cauca. La región tiene agua en abundancia y el clima es fresco. En Puerto Valdivia se cruza el río y se continúa por la rivera opuesta hasta Tarazá y luego a Caucasia, donde hay varios paradores y una hostería en las afueras. Este es un buen lugar para almorzar, o para pernoctar si tiene previsto partir el viaje en dos tramos. (Debe haber completado unas cuatro horas y media o cinco, si no tropezó con mucho tráfico de camiones.) La zona es ganadera, con algunos lugares donde se hace mazamorreo de oro.
En Caucasia el río toma rumbo al Este, en busca del Magdalena. Usted en cambio se dirige al Noroeste, hacia Planeta Rica, en el Departamento de Córdova, adonde llegará en menos de una hora. En el trayecto cruza un desvío a Montelíbano, sede de la explotación de níquel de Cerromatoso, una de las instalaciones mineras más importantes de Colombia (hay visitas guiadas). En dirección contraria se encuentra la entrada a Ayapel, cuya ciénaga es muy frecuentada por pescadores. En Planeta Rica, corazón de la zona ganadera de las "sabanas" de Córdova y Sucre, usted decide si va a tomar la ruta a Montería, la capital del primero de los dos departamentos, donde habrá completado 400 kilómetros; ésta es la opción aconsejable si tiene interés en continuar por Cereté-San Pelayo- Lorica, hacia el Golfo de Morrosquillo ( ver información adicional de la región, en el capítulo de la Costa Caribe). O por Sahagún-Chinú, rumbo a Sincelejo, la capital del segundo, que le orienta más directamente hacia Cartagena. En este caso, los cien kilómetros siguientes serán un tanto monótonos y con escasos servicios.
Tanto Montería como Sincelejo son capitales medianas, que giran alrededor de la economía ganadera. La región es socialmente muy deprimida, con una comunidad rural bastante pobre, cuya ocupación gira en torno a grandes haciendas. En toda la región hay festejos frecuentes con corralejas, bandas papayeras y una modalidad propia del vallenato, menos conocida que la del Cesar.
De Sincelejo en adelante hay dos opciones: por San Onofre-Maria La Baja, un poco más corta y más amena; o por la carretera tradicional Ovejas- San Jacinto- El Carmen de Bolívar, que le darán una visión más exacta de los pueblos de sabana. En San Jacinto existe una antigua tradición artesanal, que se refleja en el mercado de artesanías al borde de la carretera, famoso por los tejidos de algodón y las hamacas, en llamativos colores.
Ambas carreteras vuelven a encontrarse un poco antes del puente sobre el Canal del Dique, a un paso de Arjona y de Turbaco, ya a las puertas de Cartagena. Deténgase un rato en Turbaco para conocer el Jardín Botánico el mejor de la Costa, donde podrá identificar muchas de las especies que habrá visto en el camino y otras tantas que ya es difícil encontrar.
Cartagena de Indias está a un paso.