Santa Marta fue la primera urbe fundada por los conquistadores españoles que perduró en Suramérica y el punto de partida para la conquista y colonización de Colombia.
Por Por Alberto Saldarriaga Roa *
Desde tiempos inmemoriales la fundación de una ciudad es un hecho significativo en la historia de las sociedades humanas. A partir del siglo XVI y hasta los comienzos del XIX la corona española dio especial importancia a la fundación de ciudades en el territorio americano, al punto de llegar a ser este el más ambicioso proyecto urbanizador llevado a cabo en la historia de las conquistas territoriales del mundo. La fundación de Santa Marta hizo parte de ese proyecto y, por su localización y fecha, es uno de sus hitos más destacados en la historia del poblamiento americano y en la historia de Colombia.
La ocupación permanente del territorio americano por parte de los conquistadores españoles se inició en las islas del Caribe a comienzos del siglo XVI y gradualmente se extendió a tierra firme. La actual costa caribe de Colombia, desde la península de La Guajira hasta el golfo de Urabá, fue objeto de reconocimiento por parte de expediciones españolas desde 1499. En una de las primeras expediciones costeras se descubrió y bautizó la bahía de Santa Marta, la que posteriormente fue escenario de varias incursiones destinadas principalmente a capturar indígenas para llevarlos como esclavos a los asentamientos españoles en las islas del Caribe. La belicosidad de los pobladores de la bahía y sus áreas circunvecinas fue durante años un obstáculo para la permanencia de los expedicionarios.
La región en la que se localiza la bahía de Santa Marta fue densamente poblada por grupos nativos antes del arribo de los conquistadores españoles. El principal de esos grupos fue el de los Tairona, cuya organización socioespacial dejó algunos de los vestigios urbanos más notables del período prehispánico. En sus estudios sobre las culturas indígenas del período prehispánico, el arqueólogo Gerardo Reichel-Dolmatoff incluyó a los Tairona como una de las confederaciones de aldeas existentes en el territorio colombiano a comienzos del siglo XV. La alta densidad de población de la Sierra Nevada y sus estribaciones fue, desafortunadamente, uno de los atractivos para los conquistadores interesados en el mercado de esclavos. Las excelentes condiciones geográficas de la bahía, por su parte, favorecieron su escogencia como lugar de asentamiento para esos conquistadores.
Rodrigo de Bastidas, fundador de Santa Marta, era un comerciante sevillano llegado a América a comienzos del siglo XVI. Gracias a una primera capitulación firmada con la corona española en 1500, recorrió en 1501, en compañía de Juan de La Cosa, la costa colombiana desde la península de La Guajira hacia occidente, hasta llegar a Urabá. En el recorrido, además de la bahía de Santa Marta, descubrieron la desembocadura del río Magdalena y la bahía de Cartagena. Desde 1502 se radicó en Santo Domingo donde manejaba haciendas y comerciaba con bienes y esclavos. En el primer tomo de la Historia de Colombia de Jorge Orlando Melo, publicado en 1977, se registra con bastante detalle el proceso de conquista de la región a partir de otra capitulación firmada en 1524, en la que se le otorgó a Bastidas el título de "gobernador, capitán general y adelantado" de la provincia comprendida entre el Cabo de la Vela y la desembocadura del río Magdalena, territorio descubierto por él 23 años antes.
Las obligaciones impuestas en la capitulación, entre ellas la de llevar consigo 50 pobladores, entre ellos algunos con sus cónyuges y animales de cría, señalan el interés de la corona por establecer una base permanente en tierra firme. Los intentos anteriores había sido ocupaciones transitorias. Dos de ellas fundadas en territorio colombiano en 1510, San Sebastián de Urabá y Santa María de la Antigua, fueron temporalmente importantes, sobre todo para la conquista posterior de Panamá y del Perú. La fundación de Santa Marta inició un nuevo período en la ocupación del continente por grupos de pobladores españoles.
Hay algunas discrepancias respecto al año exacto de la fundación de Santa Marta. En la mayoría de los textos de historia se afirma que ella se llevó a cabo el día 29 de julio de 1525. Melo refuta esa idea y, con base en documentos, afirma que la fundación se llevó a cabo un año después. Bastidas envió una avanzada de 80 hombres y luego desembarcó con 200 más. El trazado de la nueva población obedeció a ciertos principios que se habían aplicado en otras fundaciones sin hacer parte de normas de rigurosa aplicación. Una plaza se abrió frente al mar y se rodeó por tres de sus costados de manzanas adjudicadas a los partícipes del acto fundacional. Las primeras construcciones fueron bohíos de madera y hojas de palma, muy semejantes a los de los pobladores nativos. La condición de la bahía, que se abre hacia el occidente, contradijo en parte las condiciones fundacionales que debían evitar esa orientación.
El fundar una ciudad sólo lo podía hacer aquel conquistador que tuviese una capitulación, un contrato firmado con el rey y con ello la obligación de poblar, lo que significaba tener un cierto número de vecinos con casas habitadas, lo que a la vez significaba habitar de manera permanente la ciudad. Con Santa Marta se inicia el habitar permanente del continente. Para España la conquista del territorio pasaba por la fundación de ciudades, ya que desde este espacio civilizado se repartían los recursos humanos y naturales contenidos en el territorio. El imperio español aplicó en América lo que el Imperio Romano había hecho para dominar el Viejo Continente.
El gobierno de Bastidas fue de muy corta duración. Víctima de un intento de asesinato, abandonó su provincia en 1527 y murió en Cuba, en el camino hacia Santo Domingo. Sus sucesores aprovecharon su desaparición para dedicarse al sometimiento de los indígenas y al pillaje. Las innumerables expediciones no fueron suficientes para dar a la ciudad una base económica estable y para resolver su situación de pobreza. La beligerancia de los indígenas a lo largo de los años contribuyó a esta situación.
Santa Marta, ubicada en la costa más al norte de Suramérica y en cercanías a la desembocadura del Río Grande de la Magdalena, hizo de esta ciudad uno de los puntos más importantes de penetración y conquista del subcontinente. Por eso, una vez establecida la población española en la bahía de Santa Marta, se inició una cadena de expediciones exploratorias de las costas y del interior del continente. De Santa Marta partió la expedición de Pedro de Heredia que llevó a la fundación de Cartagena en 1533. Diez años después de fundada, en 1536 partió de Santa Marta otra expedición comandada por Gonzalo Jiménez de Quesada que llegó, un año más tarde, al altiplano en el que se fundó en 1538 Santa Fe, futura capital del Nuevo Reino de Granada. Con esta fundación se concluyó un primer capítulo en la historia de la maravillosa ciudad de Santa Marta y se inició otro en la vida de la futura nación colombiana.
*Arquitecto, director de la maestría de historia y teoría del arte y la arquitectura de la Universidad Nacional